Benjamín Vicuña: secretos de familia

El chileno protagoniza, junto con su mujer Eugenia “La China” Suárez, el thriller psicológico “Los padecientes” basado en el best seller de Gabriel Rolón que se estrena hoy. “Hay mucho suspenso pero también reflexión”, dice.

Llega "Los padecientes", la adaptación cinematográfica de la novela homónima que Gabriel Rolón publicó en 2010 y que desde entonces se convirtió en el libro de ficción más vendido de las últimas tres décadas en nuestro país.

Dirigida por Nicolás Tuozzo, hijo de la actriz Leonor Benedetto, y con un reparto que encabezan Benjamín Vicuña y Eugenia Suárez secundados por Pablo Rago, Nicolás Francella, Ángela Torres y Luis Machín, entre otros, la película centra su historia en Pablo Rouviot, un psicoanalista que terminará oficiando de detective cuando una de sus pacientes le pida ayuda para esclarecer el crimen de su hermano, acusado de haber asesinado a su padre, un poderoso empresario.

En el marco de una historia familiar cargada de violencia y zonas oscuras, Pablo se convertirá en una mezcla entre Sigmund Freud y Sherlock Holmes, obsesionado en revelar una verdad que se resiste a salir a la luz.

-¿Qué fue lo que te atrajo de este proyecto?

-Creo que el libro habla por sí solo, ya que es un best seller que generó un impacto profundo en el público. Creo que la versión cinematográfica es redonda, que crece muchísimo y que además instala un tema duro como es el de los abusos familiares. Entonces creo que me cerró por diferentes lados la propuesta.

-Tu personaje, Pablo Rouviot, casi nunca sonríe en el film...

-Eso fue un poco adrede, en el sentido de “secar” un poco al personaje. Lo importante es su punto de vista, su mirada como testigo del horror, sobre cómo se instala lo siniestro en el interior de una familia. Y también de una sociedad, ¿no?

Porque vemos conspiraciones, trata de personas, prostitución infantil, cosas realmente durísimas. Pablo va atando cabos y va tratando de buscar la secuencia de un asesinato no resuelto y, en ese transcurso, sufre una evolución, que es muy interesante. Pasa de ser un psicoanalista en la comodidad de su consultorio a un detective en terreno.

-La pasa bastante mal durante toda la película…

-Es un tipo que está sufriendo una meseta en su vida, tanto en el plano profesional como en el personal. Tiene una especie de hastío, por eso la investigación de este caso hace que su vida vuelva a tener algún sentido. Le vuelve a correr sangre por las venas, se vuelve a interesar por algo.

-En esa búsqueda de la verdad que plantea el film, ¿vale todo?

-La verdad duele, a veces genera consecuencias irreversibles, pero yo creo que es fundamental y necesaria y hay que hacer todo lo posible para poder alcanzarla u obtenerla.

-Teniendo a Gabriel Rolón muy cerca, ya que fue el guionista y hasta tiene un pequeño papel en el film, ¿copiaste algo de él para armar el personaje?

-Sí, claro. Efectivamente, para mí es un trabajo casi colectivo en conjunto con Gabriel, con Nicolás (Tuozzo, el director), pero Rolón era fundamental para mí. Porque no sólo es el autor de la novela, no sólo maneja el imaginario de esta historia sino que también es psicoanalista, es escritor, es una especie de alter ego. La verdad es que lo escuché mucho, estuve muy atento y le robé muchas cositas.

-Tu hermana es psicóloga también, ¿le consultaste algo?

-Sí, es cierto, pero ella no ejerce. Me parece que son rubros relativamente emparentados con la actuación. Yo estudié Licenciatura en Arte, actuación teatral, y son cuatro o cinco años en los que tuve cuatro semestres de Psicología. O sea, el actor debe entender un poco en qué consiste el pensamiento, la psicología, la condición humana.

-¿Volviste a trabajar con Eugenia, tu pareja, pero esta vez con menos exposición mediática?

-La gente me mira de forma extraña porque trabajamos juntos. Lo que pasa es que en este caso son proyectos puntuales. La propuesta de esta película nos llegó antes de que nos conociéramos y se hizo después que "El hilo rojo".

Disfrutamos mucho compartiendo como compañeros un trabajo divino, y particularmente éste que genera un grado de mucho compromiso. No se acaba sólo con filmarlo. Después hay que promocionarlo también. Sabemos de qué se trata y nos gusta y nos motiva.

-¿Piensan seguir trabajando juntos?

-Yo creo que sí. Me parece que nos complementamos bien.

-Se rumorea que hay chances de una secuela...

-Puede haber una secuela, efectivamente. Gabriel está escribiendo una continuación de la vida de Rouviot. Espero que a esta película le vaya bien, así tenemos la chance de hacer una segunda película.

-¿Conocés Mendoza? ¿Tenés algún recuerdo de la provincia?

-La conozco y me parece una ciudad espectacular. Estuve filmando allá unas escenas de “El hilo rojo”, hace un par de años. También estuve yendo durante algunos años a participar del encuentro Máximo Navesi, ese hermoso y gran campeonato de rugby que tienen allá.

Me gustan sus viñedos, la gente, el lugar. Me encanta. ¡Aguante Mendoza!

La Evita travesti

Un proyecto que desde ya despierta polémica es el estreno en julio, en el porteño Teatro Cervantes, de la obra "Eva Perón", que el genial Raúl Damonte Botana (Copi) estrenó en París en 1970 y que ahora estará protagonizada por el propio Benjamín Vicuña en el papel de la "Abanderada de los humildes".

La polémica no es por tratarse de un hombre (la obra original de Copi así lo establece) sino por tratarse de un chileno con un acento inocultable.

-¿Cómo va a ser la Evita que vas a interpretar en el Teatro Cervantes?

-Para mí es todo un desafío, porque la obra de Copi sigue siendo tan transgresora como cuando se estrenó. La intención no es copiar a Eva Perón sino que debe notarse que es un hombre. Que tenga acento extranjero no influye para nada.

La obra original provocó gran escándalo y hasta estalló una bomba en el teatro parisino donde se estrenó (en 1970 Perón aún vivía y se culpó del atentado a grupos armados del peronismo).

-¿Qué otros proyectos tenés en carpeta?

-Acabo de terminar de grabar en Colombia la segunda temporada de “Sitiados”, la serie de Fox ambientada durante la conquista de Chile y que habla específicamente del Sitio de Villarrica, ocurrido entre 1598 y 1601 en la guerra entre españoles y mapuches. Y en estos días empiezo los ensayos para ser Eva Perón.

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