Un talento mendocino de exportación, en la vendimia

Jonatán Luján, un bailarín clásico consagrado en Europa, será protagonista del espectáculo en el teatro Frank Romero Day.

La noticia no tardó en llegar a los oídos del bailarín mendocino Jonatán Luján quien sabía, que de resultar ganador el guión "Con el vino en la piel", de Héctor Moreno y Claudia Guzmán, él sería el protagonista del espectáculo del Acto Central.

Aún recuerda cuando, allá por diciembre de 2015, y mientras interpretaba el clásico Cascanueces en un teatro de Bratislava (Eslovaquia), recibió el llamado con la confirmación  de aquel tan anhelado deseo. "Esta idea se viene soñando desde hace mucho; fue algo mágico.

Héctor siempre trabaja en el rescate de tradiciones y valora el trabajo de los artistas locales, entonces me dijo: si ganamos el libreto nos encantaría que vinieras, y acá estamos”, cuenta feliz y con una sonrisa este joven artista de 29 años, mientras disfruta un cappuccino y un típico alfajor argentino, al tiempo que confiesa que es un gusto de los que más extraña desde que vive en Europa.

Ni bien puso un pie en tierra mendocina esta semana, Jonatán se reunió con Héctor y Claudia y el elenco de artistas que participarán de la fiesta para comenzar los ensayos en el teatro Independencia.

“Todavía no puedo creer todo lo que me sucede” -cuenta-, ya que no fue sencillo dejar todos sus compromisos en Europa porque está en plena temporada laboral. Sin embargo, la buena predisposición de sus directores, quienes decidieron cancelar funciones que el mendocino protagonizaba y ya estaban en cartel, y sus irrefrenables ganas de estar en Vendimia se conjugaron para que todo saliera de acuerdo a lo planeado.

“Todo esfuerzo valía la pena con tal de venir a Mendoza. Es la tierra de uno; siempre quiero volver. En Europa tengo mucho trabajo, pero ya tenía ganas de venir; necesitaba venir, sobre todo, por esta invitación; es una oportunidad única”, dice.

Años de una estrecha relación con Vendimia

A los 7 años de edad, Jonatán bailó por primera vez en el escenario del teatro griego para un Acto Central. A los 14, nuevamente tuvo la oportunidad de lucirse para la misma ocasión. Sus últimas dos apariciones allí fueron a sus 18 y 19 años cuando ya la práctica de la danza era su vida y su pasión.

“Mi mamá -Alicia Luján, una gran colaboradora de las fiestas vendimiales como conductora, bailarina y jefa de traspuntes, entre otros roles-, me llevaba con ella a los ensayos de las fiestas para no dejarme solo en casa y los artistas me invitaban a sumarme y a practicar los distintos cuadros con ellos”, recuerda y agrega: “Por ese mismo motivo, empecé a los 9 años a bailar folclore argentino en el ballet de la Municipalidad de Capital. Me costó mucho y lo veía como una obligación... Después fue todo amor y pasión”.

De hecho, de lo que va de su carrera, del folclore se volcó al ballet y ya integró la compañía de Julio Bocca en Buenos Aires, fue parte, durante cuatro años, de un elenco de Madrid, lugar en el que siguió perfeccionándose; luego, vivió y bailó para una compañía de Zurich y, posteriormente, desembarcó en Eslovaquia hasta la actualidad.

Volver a pisar el escenario mayor

Entre tantas anécdotas y con una agenda cargada (ya comenzó los ensayos y encuentros con el resto del elenco), el talentoso artista se toma unos minutos para pensar cómo será ese momento en el que volverá a pisar el teatro griego y con el rol protagónico en la fiesta más importante que celebra la provincia: “Va a ser una noche mágica. Creo que voy a hacer un looking back (mirar hacia atrás) para repasar cómo empecé a transitar este camino: desde que bailé por primera vez, sin ninguna experiencia, hasta ese momento en que me confirmaron la realización de un solo en semejante lugar”, comenta.

Emocionado y con gran alegría, vuelve a insistir en que todavía no puede creer lo que está viviendo, una sensación que es compartida por su mamá.

“Apenas nos vimos, ambos pensamos que, después de tantos años, algo tan soñado se hacía realidad. Porque yo soñé de chico este momento cuando veía a grandes figuras pasar por ese escenario. Hoy es mi turno”, expresa.

Y, de acuerdo con sus palabras, como este desafío lo toma con gran responsabilidad y compromiso,  ya ha leído el guión y está convencido de que será una fiesta sorprendente.

“No puedo contar mucho, pero el espectáculo es increíble, mágico; algo que no dudo si viene del lado de Héctor (Moreno). Participará gente con mucha onda, gente joven, nueva, con mucha pasión. De verdad que se viene una fiesta muy interactiva con todos los artistas, mucho movimiento entre ellos; una mezcla bastante buena. Una fiesta ágil, fantástica”, asegura el mendocino y se confiesa enamorado de Vendimia y Mendoza, aunque no está en sus planes futuros volver a la provincia.

De hecho, al día siguiente de la segunda noche de repetición, volará de regreso a Eslovaquia para retomar sus funciones en el ballet de Bratislava y no perder estado físico.

“No imagino todavía volver a radicarme en Mendoza. Sí voy a volver de vacaciones, pero no por trabajo. Las posibilidades que tengo ahora están en Europa. Este año, continuaré mi temporada en Eslovaquia; es un país en el que se me han abierto muchas puertas en lo que respecta a mi carrera. Luego, analizaré destinos como Alemania o Noruega. Europa me atrapó. Pero ahora no puedo pensar mucho en mi futuro. Todavía no caigo que estoy acá. Después de cinco años sin venir, estoy muy feliz con esta oportunidad que nunca pensé que se diera de una manera tan perfecta”, finaliza.

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