Atlético Tucumán tuvo su revancha

El Decano, que venía de ser eliminado por Independiente en la Sudamericana, festejó en el Malvinas Argentinas ante el propio Rojo y se metió en octavos de final de la Copa Argentina. El Diablo se quedó en Mendoza para jugar con el Tomba.

La tenencia, precepto en el que se basa la filosofía Holan, no estuvo en el Malvinas. Porque posesión no indica superioridad, y eso fue de lo que adoleció Independiente. Fue más ofensivo por pararse más tiempo en el campo tucumano, y se fue ganando al entretiempo porque de las dos jugadas claras que generó, una la culminó con autoridad. De ese pase simple y virtuoso de Erviti para que Lea Fernández despachara un centro venenoso que Meza supo exprimir con un anticipo ofensivo perfecto.

Antes y después, Atlético no fue ni por asomo ese conjunto pétreo e impenetrable que está entre los cuatro o cinco conjuntos más confiables de Primera. Bien parado, demasiado por momentos, le dio la facultad al rival de elegir caminos. Sólo se limitó a cortarlos y bien cerca del cierre del primer tiempo, arrimó peligro. Alguna pelota parada, siempre bien estudiada, fue abortada por la defensa liderada por Tagliafico. Poco, muy poco de los dos, y la sensación que algo se guardaban para el complemento.

Atlético se animó, obligado por la situación, salió mucho más adelantado. La tenencia se compartió y aparecieron errores, de uno y otro lado al momento de replegarse. Para Independiente, la floja noche, hasta allí, de Benítez conspiraba contra la explosión necesaria para volver a desequilibrar en el área rival.

El Decano confirmó su levantada antes y después del gol del empate, y comenzó a inclinar la balanza de la supremacía con su potencia ofensiva. Desde los cambios, manteniendo ese esquema simple del 4-4-2 entró a la recta final con la mente despejada para buscar algo más que los penales.

Los recaudos que toman los equipos en esta competencia, la idea de pasada la hora de juego no arriesgar más de la cuenta, se manifestaba por el lado rojo. Atlético, decano rejuvenecido de la mano del eterno Pulga Rodríguez, ratificó su ansiedad por terminarlo en los 90, y no sufrir la lotería. Ya había insinuado y lo concretó Aliendro tras la habilitación de la Pulga.

Con justicia, el Decano se ponía arriba en el marcador. La simpleza tucumana contrastó con la torpeza y empecinamiento del Diablo. Llegó a poner tres delanteros de área (el Burrito Martínez, Gigliotti y Fernández) y no generó una sola situación de real peligro. Corajeadas de Jonás Gutiérrez, y las insulsas gambetas de Barco, protagonizaron un cierre a pedir del Decano, que ganó por 2-1 y de esa manera será rival en octavos de Sarmiento de Junín.

El Rojo sigue con la sequía en Argentina

Entre 1914 y 1939, Independiente se consagró campeón en diversas copas nacionales. Pasaron 78 años de su último título en estas competencias y buscaba hacer historia en esta Copa Argentina, pero no podrá.

La Copa Competencia “La Nación” 1914 fue el primer título; luego se quedó con la Copa Competencia Jockey Club 1917, mientras que en 1918 se alzó con la Copa de Honor MCBA.

Entre 1924 y 1926, obtuvo el tricampeonato en la Copa Competencia Asociación Amateurs. Para 1938 y 1939 quedarían los logros en la Copa Carlos Ibarguren (2) y en este último año también festejó en la primera edición de la Copa “Adrián Escobar”. En Primera de AFA, su última alegría fue en 2002.

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