Alvear: quieren recuperar el Fuerte Nuevo del Diamante

Un equipo de científicos realiza excavaciones en el lugar que permitirán conocer pormenores de quienes vivían allí. Será un espacio turístico y cultural.

Un grupo de científicos se encuentra desde hace un tiempo realizando trabajos de investigación de arqueología histórica en el Fuerte Nuevo del Diamante, ubicado en el departamento de General Alvear. Allí buscan desentrañar la rica historia del lugar para luego capitalizarlo como espacio cultural y turístico.

Este fuerte es uno de esos lugares que poseen cierto magnetismo, un sitio en el que casual o causalmente confluyen personajes, hechos e historias. 
Levantado en setiembre de 1863 por el mayor Pablo Irrazábal, el mismo que un mes después matara cobardemente con una lanza al ya desprotegido 'Chacho' Peñaloza, esta fortificación fue clave para contener a los malones indígenas que a finales del siglo XIX estaban en conflicto con Mendoza y San Luis.

Allí también hizo sus primeras armas, con 22 años, Julio Argentino Roca, quien sería años más tarde presidente e impulsor de la "campaña del desierto". Esa densidad histórica bastaría para justificar el estudio minucioso del lugar. Sin embargo, lo más importante desde una óptica local es el rol clave que jugó en la fundación del departamento de General Alvear, por eso esta investigación ha tomado el estatuto de política cultural.

Uno de los investigadores que trabaja en el lugar es Emiliano Araujo, profesor de historia y licenciado en Arqueología, cuyo trabajo sobre el Fuerte Nuevo es el centro de su tesis doctoral. "Mi especialidad es la arqueología histórica. Trabajamos con aspectos urbanos y documentación. Tratamos de hacer excavaciones puntuales lo menos destructivas posibles", contó Araujo a Los Andes.

El equipo que trabaja sin descanso está conformado por 15 profesionales -arqueólogos y geógrafos- en su mayoría provenientes del Museo del Área Fundacional de Mendoza. También hay especialistas en vidrio y cerámica que aportan información específica.

Los materiales hallados son guardados y pasan a la etapa de laboratorio, posteriormente analizados y presentados en los resultados. La labor arqueológica actual es el fruto del trabajo pionero del alvearense Carlos Villegas, quien aportó datos históricos de suma relevancia y además comandó innumerables expediciones en el campo.

Viaje al pasado

“Logramos detectar estructuras de habitaciones, pisos y muros que nos permiten ir delimitando el espacio de las viviendas que fueron habitadas. Al fuerte hay que pensarlo más que en términos de una fortificación militar, como un puesto donde iban personas que no tenían lugar en los sistemas laborales y terminaban involucrados en la construcción del Estado Nación y la propia frontera”. Con esa contundencia narra el doctor Horacio Chiavazza - director del Área Fundacional de la Ciudad de Mendoza- los pormenores de los hallazgos.

Todo esto permite al equipo de investigación ir teniendo una imagen del tamaño aproximado de una fortificación, la cantidad de habitaciones, los sistemas constructivos, incluso algunos elementos que se vinculan con la vida cotidiana: los de balística que usaba el ejército, otros vinculados a la alimentación y los residuos que dejaban. Es decir, van armando una semblanza de lo que significaba vivir en un ambiente de monte, en un espacio fronterizo, hace aproximadamente 150 años.

Para llevar adelante estas expediciones, el equipo de investigación cuenta con la colaboración de la comuna de Alvear, que le brinda los recursos materiales para sostener un grupo grande que necesita herramientas, alimentarse y trasladarse.

Mientras, el proceso investigativo contó con el trabajo en equipo de relevamiento documental, análisis de cartografías. Realizaron prospecciones para establecer distintos conjuntos de materiales superficiales para hacer una excavación lo más puntual y lo menos destructiva posible, tratando de no afectar el sitio. Para ello realizaron una planimetría aérea para efectuar las intervenciones, para encontrar rasgos estructurales que permitan hacer hipótesis de la forma que tenía el fuerte. Los materiales son acondicionados, guardados y luego analizados en laboratorio, para finalmente ir proyectando una nueva intervención.

Como ya hay muchas personas interesadas en esta investigación y que consultan a diario por los avances de las excavaciones en el Fuerte Nuevo, se realizará una exposición del trabajo logrado hasta el momento en una muestra que se abrirá el 18 de mayo, al celebrarse el Día Internacional de los Museos, en el Multiespacio Bodega Faraón de General Alvear.

Puesto para evitar invasiones

El Fuerte Nuevo, fundado el 29 de setiembre de 1863 y también conocido como Fuerte del Diamante -según explica la historiadora y docente María Elena Izuel-, estaba situado 20 leguas al este de San Rafael, cerca del límite con San Luis y en la margen derecha del río Diamante. Funcionó hasta 1881 y sirvió para evitar una mayor invasión de aborígenes hacia el sur de San Luis y Mendoza, siendo un lugar de paso donde los soldados del Fuerte de San Rafael hacían escala y recorrían los ríos Salado y Atuel en busca de rastros de esas tribus.

Carlos Villegas y otros colaboradores del Museo de Historia Natural de General Alvear comenzaron su búsqueda recorriendo durante años la costa del río. Por más de 20 años transitaron la zona y finalmente hallaron un gran médano, que les dio la pauta de que abajo podrían estar las ruinas. Así fue: hallaron las paredes, el foso que lo rodeaba, también botones, armas, tenedores y restos de vajilla. Allí estuvo establecido el Regimiento Guías de Mendoza, integrado por 120 hombres, 30 infantes del Batallón “Mendoza” y 25 del Regimiento Número 1 de Caballería de Línea.

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