Alertan por cuatreros que roban y faenan caballos en Mendoza

Carreteleros temen hacer las denuncias por represalias. En los últimos días, para las Fiestas, se robaron varios equinos en Godoy Cruz.

Los números oficiales no siempre condicen con la realidad. En los barrios más humildes de la provincia se ha activado una alerta por el crecimiento del robo de caballos, principal motor de trabajo de quienes se desempeñan en la recuperación informal de residuos, llamados también "carreteleros o carreros".

La informalidad en la que se mantienen, ayudados por la invisibilidad que tienen ante un Estado que muchas veces mira hacia otro lado, refuerza el problema que afecta a una gran cantidad de familias pobres.

Leandro Fruitos, coordinador de la Asamblea Común para la Estrategia de Reemplazo de la Tracción a Sangre (Acertas), sostuvo que si bien el robo de equinos es una problemática de hace muchos años, suele crecer en la época de fiestas, donde generalmente los faenan o los venden a otras provincias.

La situación "es delicada", admite Fruitos, quien comentó que generalmente los robos se realizan en la noche. “Llegan dos personas en motos, matan a los animales en el lugar, los faenan ahí mismo y se llevan sus partes colgadas al hombro. Es terrible”, relató.

Por ejemplo, según confesaron los mismos carreteleros que viven en los barrios cercanos al Campo Papa (Godoy Cruz) "se robaron 15 caballos en sólo 7 días" entre fines de diciembre y comienzos de enero. Sin embargo, desde Policía Rural negaron que hayan existido denuncias por el robo de los animales.

"No hemos tenido novedades que haya sucedido esto", aseguró el Subcomisario Barraco, de la delegación Centro de Policía Rural.

En primera persona

José tiene 58 años, y hace más de 20 que trabaja en el reciclado informal. En diálogo con Los Andes, reveló que en los barrios del Oeste de Godoy Cruz el cuatrerismo es "cada vez mayor", pero aseguró que el problema llega a toda la provincia.

"Son capaces de pegarte un tiro por un caballo", indicó José.

Además agregó que la policía conoce la gravedad del tema, pero “no hacen, ni hicieron nunca nada” para combatir estos delitos.

Con relación a las denuncias, el carrero sostuvo que son muy pocos los que deciden realizarla en la comisaría, debido a las represalias que pueden llegar a tener. “Si se enteran que denunciaste al que te robó el caballo, te prenden fuego la casa y ponés en peligro a tu familia. Es así”, dijo sin tapujos.

Asimismo dijo que muchas veces, los delincuentes roban los equinos, y si no lo pueden vender a otra provincia, “los faenan y se comercian en las mismas carnicerías del barrio”.

En tanto, informó que comprar un caballo puede costar unos 7.000 pesos (con papeles), o entre 2.000 y 3.000 pesos de manera ilegal.

“Si nos roban nuestro caballo nos roban nuestro trabajo”, acotó José, quien contó que, en el reciclaje de vidrio, papel, plástico y cartón, entre otros, se sacan unos 200 pesos diarios, “pero es como todo, hay días buenos y malos: o sacás 400 pesos, o a veces no llegás ni a los 100 pesos”.

Además, afirmó que hay muchos casos de personas a quienes les robaron sus animales y tienen que salir a “hacer changas o pedir en la calle” para poder comer.

Negocio millonario

El miembro de Acertas explicó que la venta ilegal de carne equina es “grandísima” y se trata de un gran negocio para quienes lo realizan en la provincia, quienes envían el producto generalmente a frigoríficos de Córdoba, donde se exporta a países europeos, principalmente Rusia, Bélgica, Holanda y Francia.

En este sentido, según datos del Ministerio de Agricultura de la Nación, se faenan por año unos 130.000 caballos, con ingresos superiores a los 80 millones de dólares. "Somos uno de los mayores exportadores de carne equina", profundizó Fruitos.

Sustitución de caballos

Acertas, en conjunto con la Municipalidad de Godoy Cruz, iniciaron un programa de sustitución de caballos por motocarros, bajo el lema "Basta de Tracción a Sangre".

Fruitos indicó que la semana pasada se entregaron 8 motocarros en el departamento, mientras que los caballos fueron "jubilados" y enviados a un santuario de Córdoba. En tanto, se realizaron capacitaciones a los recuperadores urbanos, como programas de alfabetización, cursos de higiene y seguridad, manejo de vehículos, entre otros.

Según los datos de Acertas, alrededor de 800 familias se dedican al recupero informal de residuos, de las cuales 600 se encuentran en el Gran Mendoza. "Es necesario ampliar esta política de sustitución a todos los departamentos", continuó Fruitos. Además de Godoy Cruz, Guaymallén también inició un programa similar el año pasado, en el cual 27 familias cambiaron su caballo por un motocarro.

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