Alarma en barrio de Maipú por una serpiente en la plaza

Aunque no lograron capturarla, se trata, según los especialistas, de una culebra ratonera, especie inofensiva para las personas. Niños contaron que un perro la atrapó y se la llevó.

La noticia de la mañana de ayer en la plaza Flor de Lis, de Gutiérrez, fue la aparición de una culebra bajo un contenedor de plásticos, ubicado en el centro de ese espacio verde. Y si bien en un primer momento causó alarma, porque son muchos los niños que allí juegan y muchas las personas que practican deporte o van a disfrutar del aire libre, con el paso de las horas se supo que el reptil es inofensivo.

Unos chicos que jugaban en el lugar, dijeron haber visto a la culebra y que un perro se “comió” la mitad de una mientras que Nancy, vecina de la zona aseguró que ni cuando el predio era un espacio baldío vio uno de “esos bichos”.

Otros vecinos, en tanto, afirmaron que no es la primera vez que ven una culebra de este tipo en las inmediaciones, pero que nunca han tenido noticias de que alguien saliese lastimado. Vale decir que este lugar, antes de que se convirtiera en una plaza barrial era un gran descampado por el que los vecinos transitaban con frecuencia.

Lo cierto es que lejos del dramatismo inicial, Luis Lucero, director de Ambiente del municipio maipucino dijo que una vez que se enteraron de la novedad se envió al equipo de control de plagas y al jefe de zoonosis para precisar con qué tipo de reptil estaban tratando.

“Se trataba de una víbora no venenosa, de las llamadas ratoneras. Son muy comunes en la zona y se califican como animales beneficiosos porque comen roedores. Aunque tienen mala fama tienen una función muy útil. Algo similar sucede con los murciélagos y las arañas, que hacen lo propio con insectos”, dijo el funcionario de la comuna.

Según explicó Lucero, el hábitat de estas culebras, que son autóctonas, son las zonas semidesiertas que viven en el monte pero que es muy difícil encontrarlas en alta montaña. Lucero afirmó que tampoco sería extraño encontrar lagartijas, que cumplen una función similar a las primeras.

“El color es parduzco y son de pequeño tamaño, y aunque varían, no alcanzan los 20 centímetros. Son muy huidizas, si se enfrentan a una persona o un perro, por ejemplo, lo más probable es que huyan. No es un animal que se muestre agresivo”, remarcó.

Por otra parte, dijo que es habitual encontrarlas en baldíos, en los caminos de fincas y por las hileras de los viñedos. “Donde haya roedores las vas a encontrar. Pero nunca van a entrar a un domicilio”, comentó Lucero.

Dijo que las serpientes venenosas son extremadamente difíciles de encontrar en zonas urbanas y que en Mendoza pueden llegar a encontrarse dos tipos de ellas: la Yarará Ñata y la Coral. “No se adaptan a las zonas urbanas. Viven en lugares como el divisadero, en el sur provincial y en Lavalle hacia el norte”.

Volviendo a las culebras encontradas en Gutiérrez, el especialista aseguró que tienen la dentadura muy atrás como para morder a alguien y que además no tienen veneno.

Alarmados por los comentarios, los vecinos de Maipú se preocuparon por la situación, aunque reconocieron que nunca habían visto animales de este tipo merodeando en espacios públicos.

“Venimos siempre a tomar mate o descansar un rato, traemos al nene a los juegos y nunca vimos nada parecido. De hecho en general estamos en el pasto, nos habríamos dado cuenta si hubiese culebras cerca”, reconoció Fabián, junto a su novia.

En tanto, dos vecinas que habitualmente hacen ejercicio alrededor de la cuadra afirmaron que nunca se toparon con una culebra de este tipo, ni de otro. “Me dan muchísimo miedo, no me gustan, espero no verlas nunca”, dijo una de ellas.

Reptiles que habitan Mendoza

En Mendoza, viven 4 familias de serpientes y 17 especies distintas, pero las que más se ven son 5. Dos tipos de yarará, coral y cascabel, que son las más peligrosas (inoculan veneno); y la falsa coral y culebra ratonera, que son menos peligrosas.

Desde la Fundación Cullunche señalan que estos animales son importantes para sostener el equilibrio natural, ya que controlan a los roedores. “Y a las víboras se las comen los halcones y las águilas, es decir, forman parte importante del equilibrio ecológico”, comentan desde esa entidad.

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