Ahora los chicos festejan como grandes

Un spa donde las niñas se maquillan, se peinan y hacen relax; un boliche para chicos de 9 a 14 años con barra de tragos sin alcohol; un taller para aprender de ciencias o de cocina. Cada vez más originales, estas propuestas se imponen en Mendoza.

Ahora los chicos festejan como grandes
Ahora los chicos festejan como grandes

Después de varios festejos sucesivos en peloteros y de agotar las ideas para celebraciones temáticas, los padres de niños de entre 8 y 12 años suelen buscar otras opciones para que los cumpleaños de sus hijos sean divertidos y originales.

Desde hace un tiempo se ha impuesto el spa para nenas, en que las pequeñas pasan por distintas “estaciones” para embellecerse. También se puede optar por actividades grupales como talleres de arte, cocina o científicos para que los pequeños se entretengan. E incluso, por hacer la fiesta en un boliche pensado para chicos desde 9 a 14 años.

Antonella Delicio (23) comenzó con el spa de nenas Divino Glamour hace un par de años. La joven estudiante de Psicología cuenta que vio que esta propuesta era muy popular en Estados Unidos y decidió probar en Mendoza, donde pronto se convirtió en furor. La edad de las cumpleañeras que eligen este tipo de festejo oscila entre los 8 y 12 años, aunque han tenido festejos para nenas de 4 ó 5 años.

El spa -detalla- lo arman en la casa o sitio elegido para la celebración y cuando llegan las invitadas ya estén las estaciones preparadas.

Las chicas reciben primero batas y vinchas, se sientan en una mesa con un espejo para cada una, y se colocan crema y rodajas de pepinos en los ojos. De ahí pasan a la sección relax, donde pueden acostarse sobre unas alfombras con almohadones (también tienen revistas acordes a su edad para charlar).

La siguiente estación es la peluquería y las niñas eligen los accesorios que quieren para su peinado, además de brillos o aerosol de colores para el pelo, y si prefieren el uso de planchita o buclera. La preparación se completa con el maquillaje -puede ser social o artístico- y la manicura, y entonces llega el momento de desfilar por la alfombra roja, con telón de fondo y música.

Otra propuesta que incorporaron, comenta Antonella, es el karaoke y minidisco, para cuando asisten al cumpleaños tanto nenas como nenes. Para esto se arma una tarima, donde se ubica la tablet y el espectáculo se acompaña de luces y flashes audiorítmicos. Además, se pinta con maquillaje artístico a las niñas y a los varones.

La joven emprendedora explica que antes eran comunes los grandes festejos familiares, mientras ahora se hacen más íntimos y en la comodidad del hogar. Por otra parte, de este modo se limita el número de invitados, ya que al pelotero es habitual que los niños vayan con hermanitos y que los padres se queden.

Norma Isa Massa llevó a su hija Delfina a un cumpleaños en el que había un spa para nenas y le pareció una idea excelente. Por eso, para celebrar los 6 de su pequeña ambas decidieron hacer lo mismo. La mujer explicó ayer, mientras desde Divino Glamour ya estaban armando todo, que ella había preparado platos dulces y salados para compartir un rato con las mamás mientras las chicas se divertían.

Boliche infantil

Donde hasta hace poco, en calle Arístides Villanueva, había un restorán ahora funciona Arístides Teens, un boliche para chicos de 9 a 14 años. Leonardo Chalabe explica que tienen tres propuestas: la pasarela fashion, sólo para nenas, que se disfrazan y desfilan con música; el karaoke, acompañado de luces, láser y humo; y la fiesta del DJ, en la que empiezan a poner música en cuanto los invitados terminan de compartir la comida.

El espacio tiene capacidad para 25 niños o adolescentes y los festejos son exclusivos, es decir, que en el lugar sólo hay un cumpleaños por vez. El boliche funciona todos los días y tienen dos horarios, de 17 a 20 y de 21 a 0. También se puede incluir pizza y gaseosa libre y una barra libre de tragos sin alcohol. Media hora antes de que termine el tiempo, se detiene el baile para comer la torta.

El propietario de esta novedosa opción señala que hace poco celebró allí un niño de 12 años que hacía tres no festejaba su cumple y que antes había elegido un paint-ball y un bowling, que son sitios donde la familia queda bastante excluida. Aquí, en cambio, en una sala contigua hay un living para unos 15 adultos, en la que se pasa música y videos de los ‘80 y ‘90, además de algunas publicidades que caracterizaron esa época.

Jugando a cocinar

Si algo caracteriza a Piccolina Animaciones es la diversidad de actividades que ofrece para que el cumpleaños infantil sea diferente. Cecilia Simonassi cuenta que empezaron en 2010 con el spa para chicas, pero fueron incorporando nuevas ideas y ajustándose a la demanda de los mismos chicos. Una de estas posibilidades es un taller, en el que aprenden a hacer algo pero intercalado con animación y juegos, para que la jornada sea dinámica.

En el taller de ciencias -detalla Cecilia- arman un mini laboratorio donde los chicos prueban reacciones químicas, hacen “miki moco”, inflan globos sin soplar (con bicarbonato y vinagre) o mueven papeles con estática. En el taller de cocina, los niños no sólo aprenden a preparar recetas -sin cocción- sino también las precauciones que hay que tomar al manipular alimentos, como lavarse las manos y colocarse un sombrero. Y los talleres de arte pueden ser de pintura, manualidades, hacer peluches o un diario íntimo.

Otra de las maneras de divertirse es con una kermese, es decir, los juegos tipo feria, de emboque, de pesca y de puntería. O la competencia, donde el grupo se divide en equipos que tienen que ir cumpliendo ciertas pruebas para ir acumulando puntos. En ambos casos, subraya Simonassi, hay animadores. Y cuando los agasajados son más pequeños, se pueden armar puestos de princesas y piratas, para que se disfracen las niñas y los niños, o alternar esta opción con las otras.

Que no se pierda el juego

Sobre la posibilidad de que ciertos festejos impliquen que los niños quemen etapas, la psicóloga Nancy Caballero señaló que a las nenas les encanta pintarse y disfrazarse, pero que lo importante es que jueguen a ser adultas. Es decir, que no se pierda el componente lúdico ni se fomente el consumo ya que, a esa edad, las pequeñas no necesitan usar cremas para el rostro.

En cuanto al boliche, la especialista resaltó que no es lo mismo 9 años que 14 y que lo que divierte de ir a bailar es interactuar con alguien del sexo opuesto que intenta acercarse. Pero los más pequeños apenas hacen unas coreografías durante un rato y después se aburren. Además, planteó Caballero, si empiezan con el boliche a los 9, a los 13 ya están cansados de esta opción.

La psicóloga consideró que los adultos deben ser creativos para buscar alternativas que se ajusten al desarrollo de los chicos de acuerdo a su edad.

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