Argentina votó en el histórico balotaje que designará al sucesor de Cristina Fernández de Kirchner en una jornada marcada por la paz. El secretario de la Cámara Electoral Sebastián Schimmel calificó como una "elección ejemplar"
El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, destacó esta tarde que el "78 por ciento del padrón" participó en el ballottage presidencial entre el candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, y el de Cambiemos, Mauricio Macri. Alak remarcó, en conferencia de prensa desde el centro de cómputos, que "según estimaciones preliminares, el 78 por ciento del padrón" participó en la segunda vuelta electoral.
El ministro adelantó que el próximo martes comenzará el escrutinio definitivo, celebró que el acto electoral se haya realizado "con absoluta normalidad, con orden, paz", dijo.
Al promediar la jornada electoral, tanto la presidenta Kirchner como los dos candidatos habían sufragado en sus respectivos distritos.
El vencedor asumirá el 10 de diciembre, cuando finalice el gobierno de Kirchner (2007-2015) que cerrará un ciclo de 12 años de kirchnerismo iniciado por su fallecido esposo, el expresidente Néstor Kirchner (2003-2007).
En la primera vuelta, el 25 de octubre, Scioli obtuvo el 37,0% frente a Macri (34,1%).
Los sondeos vaticinan un triunfo de Macri en balotaje, aunque mostraron que los indecisos superan el 11% en este país de 40 millones de habitantes.
Si gana Macri (56 años), será la primera vez que un líder de derecha llega al poder por las urnas en elecciones libres, sin una dictadura que lo sostenga, ni fraudes o candidatos proscriptos.
En su vida democrática Argentina alternó en el poder al Partido Justicialista (PJ, peronista) o la Unión Cívica Radical (UCR, socialdemócrata).
Scioli (58 años) es un excampeón mundial de motonáutica e hijo de un comerciante que urdió una alianza táctica con Kirchner, pero sin su estilo confrontativo ni radical.
Claroscuros
"Nunca hubo 12 años con la estabilidad económica y social que ofrecieron estos gobiernos", dijo Kirchner tras sufragar en Río Gallegos
El gobierno saliente deja una economía con señales de débil crecimiento, de 2,2% en el primer semestre, una inflación superior al 20% y menguadas reservas en el Banco Central.
El consumo se sostiene con programas de incentivos y ajustes de salarios en negociaciones libres sindicatos-empresas (paritarias).
Los Kirchner reestatizaron empresas de servicios y nacionalizaron la del petróleo. Arreglaron el 93% de la deuda en 'default' desde 2001.
Pero el 7% de acreedores, los fondos especulativos (buitres), le plantean un duro litigio en Nueva York.
En 12 años se crearon cinco millones de empleos, se alentó la ciencia y la tecnología y millones de personas gozan de subsidios y jubilaciones especiales.
"El futuro va a ser el que quieran los argentinos, con memoria y con la certeza de que nada es para siempre y que hay que cuidarlo", dijo Kirchner.
¿Cambio?
Scioli pidió este domingo a los argentinos "votar en defensa de su futuro", tras sufragar en las afueras de la capital.
"Elijan el mejor camino de la estabilidad social, económica y política", dijo, luego de erigirse en la opción "confiable".
Macri apeló al eslogan de su alianza Cambiemos para pedir "un cambio de vida".
"¡Que comience una nueva etapa en Argentina, pero todos juntos!", arengó frente a micrófonos en un centro de votación de Buenos Aires, donde se mostró distendido junto a su esposa, la empresaria textil Juliana Awada, con quien tiene una hija de 3 años.
Pero a Alejandro Segundo, un joven de 20 años empleado de un restaurante en la capital argentina, ninguno lo convence.
"Si gana Macri o Scioli, a la corta o a la largo va a ser lo mismo. No espero nada bueno. Gane quien gane yo voy a estar rompiéndome el lomo trabajando para traer comida a casa", dijo para explicar su voto en blanco.
En otro extremo de la capital argentina, Elizabeth Casal, una docente jubilada de 74 años, vota con convicción. "Estoy preocupada y voto por Scioli", dijo al expresar sus dudas sobre la suerte que correría la educación pública con un gobierno liberal.
Macri, defensor de la libre empresa e ingeniero de profesión, capitaliza el voto de rechazo al kirchnerismo y su fuerza electoral descansa en las grandes ciudades del centro del país.
En la primera vuelta venció al peronismo en su reducto histórico de la provincia de Buenos Aires (centro-este), donde Scioli gobierna desde 2007.
Scioli nació a la política al amparo del expresidente peronista de derecha Carlos Menem (1989-1999), aunque luego viró y fue vicepresidente de Néstor Kirchner.
En su campaña se mostró conciliador hasta la primera vuelta, pero agresivo de cara al balotaje.
Perdió su brazo derecho en un accidente con su lancha en plena competición, vive con la exmodelo Karina Rabolini, juega con pasión al fútbol sala y tiene una hija de una relación anterior.
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