¿Un anuncio sin retorno?

“No todos están de acuerdo con el paro”, admitió el triunviro Carlos Acuña, como si hiciera falta algo más para tener esa certeza, tras lo que acababa de suceder en la que fue la manifestación más populosa contra la política económica y social del gobierno de Mauricio Macri.

Quizás la imagen más elocuente sea la que se vio después de los incidentes, a espaldas del palco: las puertas cerradas y enrejadas del sindicato de Comercio, ante las cuales pasaban personas que increpaban a los dirigentes, acusándolos de “traidores” por no poner fecha al paro general prometido por cada triunviro en cada discurso.

Los reclamos de un paro y una fecha que acompañaron in crescendo todo el acto desde su mismo inicio y alcanzaron cierta virulencia hacia el final, también marcaron una señal de alerta para la dirigencia cegetista: el indicio de no poder ponerse a la cabeza de la protesta.

El desacuerdo en torno al paro atraviesa a la conducción cegetista. Por un lado están los sindicatos industriales, con los metalúrgicos a la cabeza, afectados fuertemente por las políticas gubernamentales. Y, por otro, “los gordos”, junto a históricos como Hugo Moyano, socio del gobierno en los negocios futbolísticos, ausente ayer, aunque su hijo Pablo haya sido el mayor agitador del paro desde la primera fila del palco. Hasta por Luis Barrionuevo, ausente también. A diferencia de Antonio Caló, abajo, a la cabeza de la numerosa columna de metalúrgicos.

La reconfirmación del paro y su probable fecha surgirá esta semana de la reunión del consejo directivo cegetista. La pregunta a estas alturas es si el triunvirato podrá dar marcha atrás después del anuncio de ayer, aun cuando para muchos haya sido insuficiente.

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