¿Tomamos unos mates?

Una vuelta por Corrientes y Misiones para desandar la ruta de la Yerba Mate. Una postal productiva, cultural y gastronómica.

Esta mañana dominical, mientras lee este artículo, muy probablemente esté tomándose unos mates. Compañero fiel de largas horas de estudio o de trabajo, de reuniones de amigos y despertares somnolientos, el mate, o mejor dicho, la yerba con que lo cebamos, tiene una ruta turística que puede interesarle para su próximo viaje.

Yerbatales – que por estos días están en plena etapa de cosecha-, establecimientos productivos – acaso el de la marca del paquete que tiene sobre la mesa-, estancias y demás prestadores turísticos integran este circuito que se organiza según el tiempo y el interés de los viajeros.

Para destacar la relevancia de esta bebida nacional, bien vale recordar que según estadísticas del Instituto Nacional de la Yerba Mate, en la Argentina se consumen unos 100 litros anuales por cabeza de mate, contra 50 de gaseosa, 34 de cerveza, 30 de vino. Y por si esto fuera poco, cada año se consumen casi 7 kilos de yerba mate por persona, contra 0,9 de café y 0,16 de té. Más números: en el país hay 200.000 hectáreas sembradas con esta planta, 17.000 productores, 210 secaderos y 110 molinos.

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En profundidad

Claro está que este itinerario recorre la zona productora de yerba entre el Norte de la provincia de Corrientes y Misiones en toda su extensión. Las empresas productoras, a largo de casi una década de existencia de la ruta, se han ido adecuando e incorporando. En un principio, celosos de sus maneras de trabajar, pero luego con ganas de compartir sus conocimientos con empresas más pequeñas, hoy pueden jactarse de tener un producto turístico muy interesante.

Si bien es cierto que el cultivo de la yerba es el que convoca, el paseo está integrado también por propuestas culturales y gastronómicas. "El recorrido puede tomar un día o más, según los deseos de los visitantes", comenta José Villanueva, a cargo del área de administración de la Ruta. 

Como los más de 250 integrantes están dispersos en una zona muy amplia y a grandes distancias, se ofrecen diversos circuitos. El objetivo es que los turistas puedan encarar  algún tramo según en donde estén: Cataratas del Iguazú, Misiones Jesuíticas, Saltos del Moconá o Esteros del Iberá.

De esta manera, el proceso productivo completo, en establecimientos artesanales, ecológicos o industriales: desde las plantaciones en chacras y campos, la cosecha, secado, molienda y envasado del producto final, quedan en foco.

Diversificados

Los enamorados del oro verde han logrado crear una oferta  de 200 alimentos y bebidas en base a yerba mate. Aseguran que permiten  que el producto estrella se luzca junto a otros alimentos típicos misioneros y correntinos.

De esta manera, cada integrante de la Ruta está obligado a incluir un menú básico con al menos una entrada, un plato principal, un postre, una bebida alcohólica y otra sin alcohol que en su preparación incluyan la yerba mate. Así, en las cartas aparece el surubí con salsa de yerba mate, o el Caayucayari, un postre. También hay alfajores, helados, pizzas y hasta medialunas, todos preparados con la yerba mate.Un menú puede costar unos $ 400 por persona. $ 180 para niños.

Los bartenerders hacen tragos con el producto insigne. Uno de ellos es el “tereré cóctel”, un preparado de licor de yerba mate con menta al que se le agrega hielo y una gaseosa sabor lima-limón.

Debe agendarse una pasada por el Mate Bar de Posadas. Degustación de mate – mate cocido y tereré con agua de las misiones, además de alfajores – scones y el novedoso frappé de yerba mate, para un momento muy agradable.

Los establecimientos

Para un paneo de lo que se disfruta en esta senda turística, a continuación algunos datos.

Los viajeros, por ejemplo, pueden conocer la fábrica de Yerba La Amanda y visitar el Museo Histórico Juan Szychowski, que funciona in situ. Molinos de la Misión, donde se produce Mate Rojo, es otra de las alternativas, por nombrar algunas de las marcas que vemos en las góndolas mendocinas.

Cooperativa Liebig, por su parte,  es una empresa  compuesta por 130 asociados productores, fundada en el año 1926 por un grupo de inmigrantes alemanes. Cuenta con una sala temática en donde está plasmada su historia, y ofrece un recorrido por la planta de envasado para poder apreciar el circuito y los procesos de elaboración de yerba mate (visitas gratuitas). En tanto en Piporé, un  molino que cuenta con más de 80 años, exhibe la forma de trabajo que tenían antiguamente.

Otra alternativa es el Campo Don Ladislao –a tres km de Apóstoles-, para una experiencia auténtica del turismo rural. Allí se hacen variadas actividades sobre el eje de la producción agropecuaria y ganadera. En los circuitos se aprecia de cerca todo lo relativo a la plantación de yerba  y el proceso de secanza tipo barbacuá.

Entre otros, también integran la ruta, una fábrica de termos de madera, una casa de blends de té, la fábrica del edulcorante natural  Stevia (conocido como la yerba dulce)  y una fábrica de alfajores.

Más datos

Museos. La historia del cultivo que marcó la idiosincrasia de la gente se puede conocer en los museos familiares y comunitarios que integran esta ruta.
Merchandising.  Existen 180 productos como souvenirs, herramientas de oficina o para la  gastronomía (platos, tazas, etcétera) o libros que apuestan a difundir la historia y el proceso de la yerba. 
Alojamiento. Estancias, posadas, cabañas, ecolodges y hoteles. También antiguos cascos yerbateros o casas de colonos, donde se comparte la vida típica de la familia rural. Tarifas en base doble $ 1.250 en hotel de categoría intermedia. Día de campo en estancia, con pensión completa $ 1.200 por persona.
Popular. Durante el 2.016 en la página recibieron 213.312 visitas.
Información. www.rutadelayerbamate.org.ar 

Una receta especial

“Surubí frito en tempura de yerba mate sobre rosti de batata frita rallada y acompañamiento de ensalada de cebolla colorada y naranja”.

Ingredientes

100 gr. Surubí cortado en trozos de un bocado aproximadamente
200 gr. de harina 0000
200 cc. de mate cocido bien concentrado helado
1 huevos
2 cdta. de almidón de maíz
1 cdta. de polvo de hornear
1 cdta. de sal
1 cdta de azúcar.
1 batata grande.
Manteca cantidad necesaria
1 pomelo rosado
1 naranja
1 cebolla colorada
Sal y pimienta
Grano de pimienta 3 tipos.
Aceite de oliva
1 banana

Preparar la tempura con el jugo de yerba bien frío y los huevos en un bol e integrar, añadir tamizando la harina y revolviendo enérgicamente para que no forme grumo e incorporar la sal, el azúcar y el polvo de hornear. Reservar en heladera, porque la preparación debe encontrarse fría a la hora de ser utilizada.

Por otro lado cortar los trozos de surubí en pequeños rectángulos de 3 por 2 cm. aproximadamente y 1 cm. de espesor salpimentar y reservar.

Pelar y rayar la batata cruda y disponerla en un molde sobre una sartén antiadherente con abundante manteca clarificada. Cocer de ambos lados a fuego lento e incorporando materia grasa si hiciera falta. Terminar la cocción en el horno a fuego bajo y cuidando no se pase.

Cortar la cebolla colorada en finos aros y remojarlos en jugo de naranja para apaciguar su sabor. Cortar los cítricos en gajos bien prolijos y reservar.

Emplatado. En el plato donde se emplazará la entrada disponer unos aros de cebolla y sobre estos un gajo de cada cítrico y así sucesivamente hasta completar el espacio. Rociar con oliva extra virgen y espolvorear con pimienta verde y rosa recién rayada y algunos granos para decoración. También disponer unas hojas de menta finamente cortadas.

Remojar los trozos de surubí en la tempura y freírlos rápidamente, aproximadamente 3 minutos. Y reservar.

Disponer la tortilla de batata (rosti) en el centro del plato y sobre ella la pesca.

Decorar con unas rodajas de banana frita y con tiras de la cáscara de naranja y hojas de menta.

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