Conmocionada por tres femicidios cometidos en dos días, Mendoza manifestó su dolor, su bronca y su deseo de que no se repitan estos crímenes en una nueva y multitudinaria marcha #NiUnaMenos en el Centro.
Desde las 18, la esquina de peatonal Sarmiento y San Martín volvió a ser epicentro de una nueva manifestación para recordar a las víctimas de estos y otros crímenes, algunos aún sin resolver, y exigir justicia con desesperación.
Las muertes de Janet Zapata (29), Julieta González (21) y Ayelén Arroyo (19) reavivaron el reclamo que se expresó con una multitudinaria marcha a la que asistieron unas 6.000 personas.
Asociaciones feministas, organizaciones políticas y mendocinos en general volvieron a alzar su voz también para generar conciencia y evitar que las mujeres continúen muriendo en casos de violencia de género.
Mientras carteles con fotos de las víctimas y algunas banderas políticas ondeaban, el sonar de redoblantes y bombos anticipaba el recorrido por las calles céntricas hasta la Legislatura. Una inmensa columna transitó por la avenida San Martín hasta llegar a Las Heras. Desde allí marcharon hasta calle Patricias Mendocinas hasta desembocar en la explanada de la Casa de las Leyes.
Familias enteras se sumaron al reclamo. Niños con carteles en sus manos marchaban a la par de una ruidosa murga que se acopló al pedido de justicia y acciones directas para terminar con los femicidios.
Con el pasar de la marcha, algunos utilizaron grafittis y stenciles para plasmar consignas en contra de la violencia de género en diversas veredas y edificios céntricos. Alrededor de las 20, quienes encabezaban la manifestación con una enorme bandera que suplicaba que no hubiera #NiUnaMenos llegaron a la Legislatura.
La vicegobernadora Laura Montero y un microfóno en las escalinatas del edificio legislativo aguardaban a los manifestantes. Familiares de Janet y Julieta tuvieron una improvisada charla con la funcionaria, que se vio interrumpida por los gritos de algunos de los manifestantes, que la increparon.
El micrófono dispuesto para que familiares de las víctimas y cualquier otro manifestante se expresara comenzó a ser utilizado por voces que propusieron desde pena de muerte hasta cambios en las leyes y asistencia a las víctimas. La multitud aplaudía o rechazaba a gritos algunas de las iniciativas.
Cuando la improvisada lista de oradores incrementó, varios optaron por comenzar a desconcentrarse y volvieron a sus hogares con la esperanza de que su reclamo haya sido escuchado por funcionarios, fiscales, jueces, policías y quienes tengan en sus manos la capacidad de revertir la tasa de femicidios en la provincia.
Tweets sobre #NiUnaMenos @losandesdiario