"Me gatillaron cuatro veces hasta que salió la bala y ahí no sentí más las piernas". La frase fue dicha ayer en Tribunales por Emanuel Rodríguez (29), un joven que hoy se moviliza en una silla de ruedas, luego de que, el 9 de enero de 2014, un delincuente le disparó, durante el robo a una pizzería de la Sexta Sección, donde la víctima trabajaba como delivery.
"Me sacaron de mi casa por averiguación de antecedentes. Y hasta hoy no sé por qué estoy acá", se defendió ayer Nicolás Alejandro Aguirre Díaz (22), uno de los jóvenes imputados por el intento de homicidio.
Desde hace unos meses, Rodríguez trabaja como cantante callejero con el fin de conseguir 35 mil dólares para viajar a China, donde se puede someter a una operación que le permitiría volver a caminar.
La máxima pena
Desde ayer, en la Séptima Cámara del Crimen, Aguirre es juzgado junto a Aníbal Guíñez Bato (23) y Franco Matías Miczko Gaitán por tentativa de homicidio criminis causa y robo agravado por uso de arma y por ser en poblado y en banda, delitos que tienen pena de reclusión perpetua.
Duro recuerdo
Rodríguez, durante su declaración, volvió a narrar en detalle cómo se produjo el hecho, la noche del 9 de enero 2014, cuando tres jóvenes llegaron en una moto a la pizzería Massa, en Belgrano y Lugones de Ciudad.
La víctima explicó que dos jóvenes ingresaron armados al local y los dos dueños junto a otro empleado se refugiaron en la cocina, en tanto que él quedó en el salón y no tuvo otra opción más que tirarse al piso.
Uno de los delincuentes le quitó el dinero y luego se fue con su compañero a la cocina, donde hicieron lo mismo con los otras víctimas.
Cuando volvieron, lo pusieron boca arriba, lo golpearon y le pidieron la llave de la moto. "Yo sabía que la tenía en los bolsillos pero por los nervios no lo podía decir", explicó ahora el muchacho, y luego indicó que le gatillaron cuatro veces hasta que un proyectil salió.
El relato dejó en una situación complicada a los tres imputados porque Rodríguez también dijo que a dos de los imputados los había señalado en una rueda de reconocimientos.
También declaró ayer Raúl Rodríguez, padre del joven herido. El hombre, tras hablar de las penurias pasadas luego de que hirieran a su hijo, explicó que una mujer del barrio San Martín -cuya identidad no le dio- le había pasado el dato del nombre de la persona que manejaba la moto y que no ingresó a la pizzería.
Esta mujer, también le contó que durante una reunión de jóvenes en una plaza del barrio San Martín un muchacho le recriminaba a otro: "¿Por qué le dispararon al de la pizzería Massa si ya les había dato todo lo que tenía?".
El juicio continuará hoy, cuando declaren otros testigos.
La música y la esperanza
Cuando Emanuel se enteró que tenía posibilidades de volver a caminar pero que eso le costaría 35 mil dólares y un viaje a China, decidió poner en práctica sus dotes de cantante y comenzar a recaudar el dinero. Por las tardes, es común verlo ubicado sobre San Martín, en la esquina con avenida Las Heras.
Allí interpreta varias canciones "a la gorra"; a veces lo acompañan amigos que entregan panfletos contando su situación.
Emanuel tiene todas sus esperanzas en la respuesta que desde Pekín, China, le envió el Centro Médico Wu: está apto para comenzar el tratamiento.
También le mandaron el costo: entre tratamiento, estadía (para dos, porque debe ir con acompañante), comida y hospedaje, necesita 35 mil dólares.
"Me dijeron que puede fallar pero me voy a arriesgar", dice confiado.
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