¿Automotor o automotriz?

Hace pocos días, escuchaba en las noticias la opinión vertida por una autoridad, respecto de las ventas de automotores. Después de ilustrar a la audiencia acerca de la evolución de los negocios en este ámbito, el funcionario utilizó la expresión *’sector automotriz’.

En la prisa de la nota, el periodista se dejó llevar por lo que acababa de escuchar y volvió a usar las mismas palabras: ¿acaso el sustantivo ‘sector’ no es de género masculino y, por consiguiente, los adjetivos que se refieren a él no deben guardar concordancia en ese género?

Efectivamente, así es: tanto el funcionario como el entrevistador debieron decir ‘sector automotor’, ya que ‘automotriz’ es el adjetivo en forma femenina para ser usado únicamente junto a sustantivos de ese género: ‘fuerza automotriz’, ‘industria automotriz’, ‘propulsión automotriz’.

Para los sustantivos masculinos, se reserva la forma ‘automotor’: ‘sector automotor’, ‘impuesto automotor’, ‘impulso automotor’. Veamos qué nos dice al respecto nuestro consejero, el Panhispánico de dudas: “Los adjetivos compuestos a partir de ‘motor’, como ‘automotor’, ‘electromotor’, ‘locomotor’, ‘sensomotor’ y ‘(p)sicomotor’, tienen dos femeninos: ‘automotora’ y ‘automotriz’, ‘electromotora’ y ‘electromotriz’, etc. Debe evitarse el error frecuente de usar los femeninos en -triz referidos a sustantivos masculinos”.

Podemos leer también que este tema se encuadra bajo el lema ‘motor, -ra’ y la misma fuente consultada nos dice que, con el significado de “que mueve”, el masculino es ‘motor’ y el femenino ‘motora’.

Da como ejemplos “sistema motor” y “actividad motora”. Añade que para el femenino es posible también usar la forma ‘motriz’: “Con disminución de la grasa corporal, mejora la actividad motriz”. Concluye afirmando que es incorrecto el uso de ‘motriz’ referido a sustantivos masculinos.

¿Es un caso aislado el del femenino en ‘-triz’ para ‘motor’ y sus derivados? No, en absoluto. Podemos encontrar una lista de formas, muchas de ellas con valor sustantivo y adjetivo. Consignaré únicamente ejemplos usados habitualmente: ‘actor’ nos da ‘actriz’, aunque también ‘actora’.

La utilización de una u otra forma femenina está regulada por el contexto; así, si utilizamos ‘actriz’ nos estaremos refiriendo a la mujer que interpreta un papel en una obra teatral, cinematográfica, radiofónica o televisiva: “La obra tuvo como protagonista femenina a una actriz de primer nivel”.

También, coloquialmente, se puede llamar ‘actriz’ a la mujer que exagera o finge, ya que está interpretando un papel: “Ante el interrogatorio policial, Ana se comportó como una verdadera actriz”. En cambio, usaremos ‘actora’, cuando el término tome el valor de “participante en una acción o suceso” o “demandante o acusador”: “Las partes actoras llegaron a un acuerdo”.

El adjetivo ‘adorador’ forma dos femeninos: ‘adoradora’ y ‘adoratriz’. Si bien las dos formas femeninas aparecen como equivalentes en cuanto a su valor significativo, “que adora”, la forma ‘adoratriz’, como sustantivo, se refiere específicamente a la “mujer integrante de la Congregación de las Esclavas del Santísimo Sacramento, fundada en España en 1856 para educar o rehabilitar a mujeres jóvenes”.

El masculino ‘director’ tiene dos formas femeninas, cuyo uso está regulado por el contexto: ‘directora’ y ‘directriz’. Si nos queremos referir a la persona que ejerce la dirección, como un sustantivo, usaremos ‘directora’: “Ella es la nueva directora del establecimiento”. En cambio, si queremos referirnos a una cosa, el femenino recomendado es ‘directriz’: “No son claras las líneas directrices de esta nueva conducción”.

Menos usada, aunque válida con este sentido, es la forma ‘directora’: “No tiene el perfil adecuado para esa función directora”. No es correcto utilizar el femenino ‘directriz’ junto a sustantivos masculinos: “pensamiento director”, no *”pensamiento  directriz”.

Seguramente, todos recordamos el concepto geométrico de ‘bisectriz’: lo usábamos para designar la recta que divide un ángulo en dos partes iguales. Ese término tiene valor sustantivo, pero he aquí que también existe como femenino del adjetivo ‘bisector’. Se define como “recta o plano que divide en dos partes iguales”; si es masculino, utilizamos ‘bisector’, como en ‘plano bisector’; si es femenino, empleamos ‘bisectriz’, como en ‘recta bisectriz’.

Otro sustantivo acabado en ‘-triz’, conocido por todos, es ‘institutriz’, que se define como “mujer encargada de la educación o instrucción de uno o varios niños en el hogar doméstico”. El diccionario nos da las formas ‘institutor’, para masculino, e ‘institutora’, para femenino, con el significado de “profesor, pedagogo, maestro”.

Para subsanar el problema de los cortes de luz, escuchamos hablar de ‘generador’, que se define como “dispositivo que produce la fuerza o la energía”.

Cuando lo usamos con valor adjetivo, su femenino es ‘generadora’; así, en geometría, se usan tanto el masculino ‘generador’ como el femenino ‘generadora’ para aludir, respecto de una línea o de una figura, al hecho de engendrar, por su movimiento, respectivamente, una figura o un cuerpo. En este sentido, se puede usar también ‘generatriz’; este vocablo, además, se usa en Física para nombrar la máquina que convierte la energía mecánica en eléctrica.

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